cristobita
2010-10-09 10:43:40
Muy pronto, en Málaga, tendrá lugar el I Congreso de Mentes Brillantes bajo el tÃtulo: “El Ser Creativoâ€. Participarán en este encuentro personas como Eduardo Punset, José Antonio Marina, Jody Williams (Premio Nobel de la Paz en 1997), Vandana Shiva, etc. En la web del congreso (www.elsercreativo.com) podemos leer: “El mundo está falto de ideas. Nuestra mente se encuentra a diario en situaciones que hace que nos olvidemos de ser creativos. CientÃficos, pensadores, premios Nobel, que inspirarán a los asistentes atreviéndose a imaginar, arriesgarse a ser creativos. Porque las ideas cambian el mundo…â€.
Mi mente no es brillante, ni se opone tampoco a que otras lo sean, pero voy a exponer, muy sucintamente, unas ideas sencillas que quizás podrÃan ayudar a mejorar la sociedad. La primera y más importante de todas: eliminar de forma inmediata y radical la telebasura. La segunda serÃa dedicar, como mÃnimo, la mitad del presupuesto para guerras (es decir, unos 9.000 millones de euros) y dedicarlos a educación, sanidad, medio ambiente y solidaridad internacional. La tercera dejar de trasvasar grandes sumas de dinero público a la banca privada, empleando mejor ese dinero en formar cooperativas de trabajo que arreglen el problema del paro. Y la cuarta serÃa desarrollar (sobre todo respetándolos) los mecanismos democráticos de toma de decisiones; por poner un ejemplo: si la mayorÃa de la sociedad acaba de decir que no a la reforma laboral, pues el gobierno debe rectificar la que ha puesto en marcha; o, por poner otro ejemplo, si toda la opinión pública española dijo claramente que no a la guerra de Irak, que el gobierno haga regresar ya los 1.500 soldados que -de espaldas a la voluntad popular- envió a la de Afganistán.
Con todo respeto al I Congreso de Mentes Brillantes, y a los 1.200 euros que vale matricularse en él, pienso que las organizaciones sociales son bastante creativas y no carecen de ideas para construir otro mundo posible. Lo que ocurre es que hay muy concretos y fuertes intereses económicos y polÃticos que quieren más paro, más guerras, más deterioro ecológico, más racismo, más voracidad consumista… Muchas organizaciones sociales, a través de la huelga general, acabamos de poner algunas ideas creativas sobre la mesa para mejorar las cosas. La obligación del parlamento, si es un parlamento democrático, es debatirlas y darles cauce.
(Cristóbal Orellana González, 9-10-2010)