anonimo 2011-11-09 13:46:35
Pues mira, siento decir que esa no es mi aritmética. La que yo les aplico a esos es la del cero redondo. Dicho de otro modo, que iré a votar mañana. Por suerte, el día veinte tendré mejores cosas que hacer. Bonita campaña electoral la que se están marcando. Parece que no fue bastante el espectáculo "bipartidista" del otro día, que tanta vergüenza ajena nos causó a tantas personas. Perdón por el eufemismo que he escrito entre comillas, ya sé que he estado políticamente correctísima, pero por tal de no marear la perdiz, esta vez no he tenido ganas de llamar a "eso" por su nombre, prefiero ir al grano. Decía que si aquello no fue suficiente, aún nos quedan bastantes días por soportar su basura propagandista, entre la que se incluye todo el despliegue de folletos y carteles, así como los escandalosos altavoces de sus coches. Sí, señor, todo un ejemplo de limpieza, cultura ecológica, ahorro energético y ahorro económico. ¿Aún no es bastante? Faltan, entre muchas otras cosas, las prepotencias y agresiones físicas y psíquicas que todos conocemos por parte de los que, nos dicen, se encargan de velar por nuestra seguridad; por eso les pagamos y, a cambio, ellos nos pegan. Bonito trabajo el suyo. Al respecto, el otro día un buen conocido mío también recibió, sin solicitarla, una magnífica perla de electoralismo democrático. Mientras aparcaba, un agente de policía nacional comenzó a gritarle que estaba golpeando a otro vehículo, lo cual no era cierto y así se lo dijo al agente (normal, yo hubiera respondido lo mismo). Ante esta contestación, el agente abandonó su furgoneta y, sin identificarse, se acercó al chico gritándole por "haberlo llamado embustero" y amenazándole con una falsa denuncia de la que únicamente le informó del importe (300 euros). Cuando una oye una falacia lógica de semejante calibre, se cuestiona seriamente qué clase de pruebas de inteligencia ha superado ese agente; ¡un niño de cinco años es capaz de entender que desmentir falsas acusaciones y denuncias no supone insulto de ningún tipo! Mientras el agente se ponía en contacto con la central, el chico hizo una llamada telefónica a sus padres avisándoles de los hechos y el lugar. Ante eso, el valeroso agente se arrugó, bajando el tono de voz y diciendo que esto no debería haber pasado. Lamentablemente su madre, físicamente impedida, no llegó a tiempo pero, por fortuna, los agentes tampoco lograron cebarse con el chico. No obstante, antes las muestras de estado psíquico y capacidad intelectual de un agente como ese, es lógico cuestionar seriamente las aptitudes de los trabajadores que supuestamente "velan por nuestra seguridad ciudadana". Lo siento, pero no es esa la seguridad por la que yo voy a votar. No olvidemos que, según la constitución española vigente, la policía nacional depende del gobierno. Por si no tenía bastantes motivos para renunciar de mi derecho a ejercer el voto, hechos como estos son las gotas que colman mi vaso, sobre todo cuando se suceden en fechas próximas a unas elecciones. Bonitas muestras de talante democrático. Gracias por leerme.