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La revitalización del barrio, primer objetivo de la asociación, pasa, en su opinión, por poner freno a la inseguridad con la instalación de una comandancia de Policía conjunta. "Pero necesitamos hechos, gente que venga a trabajar por el barrio, no a hacerse fotos". El anuncio de la venta de las 'casitas bajas' a sus inquilinos, en principio, a las 119 familias que son sus adjudicatarias originales, ha originado un nuevo revuelo en el barrio. La respuesta de los vecinos a la asamblea convocada el jueves por la asociación puso de manifiesto que es un asunto que preocupa y que el interés de una mayoría es que las casas se arreglen antes de que pasen a sus manos. "No estamos en contra del proceso de regularización, pero queremos que se cuente con nosotros, que no se arreglen sólo los bloques que quedan a la vista, a pie de carretera". Romero asegura que cualquier decisión que se adopte a nivel vecinal será a través de asambleas. "En las 300 viviendas no hay comunidades constituidas por lo que la semana que viene vamos a reunirnos con cada una de las manzanas para que los vecinos dentro de ese núcleo consesuen las peticiones y nombren un portavoz para que haya una interlocución más fluida con la asociación