pacome 2007-05-20 14:57:06
Pues lo siento, pero no estoy de acuerdo contigo. Yo no quiero más guardias civiles, es un cuerpor militarizado y represivo que debería desaparecer. Dices: "Detestable, especialmente por el aumento de los delitos que sufre Andalucía y la petición unánime de todos sus pueblos de disponer de un cuartel de la Guardia Civil". No creo que el aumento de los delitos tenga que ver con que haya más guadia civil, sino con las condiciones de injusticia social y marginalidad crecientes a la que están sometidas determinadas capas sociales en Andalucía. No creo que a más represión haya menos delitos. Por otro lado, no todos en Andalucía queremos un cuartel de la Guardia Civil, te aseguro que en algunos pueblos el "cuartelillo" es un lugar lúgubre que trae nefastos recuerdos. Ese cuerpo que creó el Duque de Ahumada para defender a los terratenientes, que apoyó el franquismo y que sigue torturando en las casas-cuartel (recordemos el caso del agricultor de Almería de hace dos años)tiene todavía escaso atractivo.

anonimo 2007-05-21 22:45:11
Desde muchas esferas siempres nos han enseñado a que la mejor herramienta para "combatir" la inseguridad ciudadana ha sido la represión, existiendo una correlación más que engañosa entre seguridad y presencia policial. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado son precisamente eso, agentes que se esfuerzan en preservar la seguridad en un Estado de Bienestar en crisis. Una sociedad que desatiende otras premisas educativas, culturales, cívicas y de educación en valores. En el caso de nuestra ciudad es curioso como no se juzga el deterioro biopsicosocial que sufren zonas enteras de la ciudad. Realidades cotidianas que requieren medidas efectivas de transformación social para evitar por ejemplo, la socialización de los actos delictivos en algunas familias, donde traficar con drogas o el robo se han convertido en comportamientos valorados como "normales". Estas personas y familias excluidas, marginadas y en situación de pobreza (Jerez es la tercera ciudad de Andalucía con familias en situación de exclusión y pobreza) generan en las Administraciones más incomodidad que otra cosa. El progresivo deterioro social y las consecuencias que generan intentan ser atajados incrementando la presencia policial y con escasas medidas compensatorias a modo de limosnas. En fin, si a esto supamos otros comportamientos ciudadanos incívicos que no tienen por qué generarse en las personas más desfavorecidas y no se adoptan medidas más allá de las represivas, todos seremos cómplices de aquella sociedad que siempre sabe mirar para el otro lado.