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Son nuevos tiempos los que nos ha tocado vivir. Tiempos de incertidumbre y desesperanza lastrados por una crisis de valores éticos y sociales. Tiempos de precariedad económica y empuje de intereses individuales y egoísta por encima del fin general y comunitario. Tiempos de peores líderes y deficientes o cobardes decisiones. Son nuevos tiempos destinados para nuevas personas. La sociedad requiere nuevos planteamientos, nuevas ideas, nuevas dinámicas que saquen del pasotismo cómplice del político la realidad social y económica de nuestro término municipal. Que extraigan del lucro personal y de los intereses políticos, la verdadera necesidad de la sociedad local llena de prejuicios y dilemas personales. Estas nuevas personas para estos nuevos tiempos deben ser generosos frente al egoísmo radical instalado en el poder, deben ser desinteresados frente al interés partidista que aferra fondos públicos, deben ser trabajadores en ejemplo frente a una sociedad en baja autoestima, equivocada en valores tentadores y tendenciosa de reconocimientos u homenajes rápidos e inmerecidos. Los reconoceremos porque el sentido común será el indicio de su mayor preparación. El trabajo será el ejemplo a seguir por el emprendedor de la ciudad. El desinterés en el poder como fin y no como medio será el estímulo a los desahuciados. La esperanza será su discurso y la modestia su vocación política. Hay pocas veces que la historia otorga una única posibilidad a la verdadera esperanza de un pueblo, lejos de intereses oscuros y maliciosos. Si Jerez se libra de los prejuicios y recelos, B.U.X. podrá hacerlos realidad con amor al trabajo bien hecho, responsabilidad, ejemplo y honestidad. Jerez decide, y son los jóvenes los que tienen que cambiar todo lo anterior.