anonimo - 30-10-2005 21:56:00 Sin editar

"Dos chicas, empleadas de QUALYTEL en Sevilla, se encuentran de baja médica por estados de ansiedad y depresión respectivamente, y denuncian a la empresa ante la Inspección de Trabajo por malos tratos psicológicos y acoso laboral , en definitiva MOBBING. Alegan que en julio de este año fueron obligadas a asistir a un curso fuera del horario laboral reflejado en sus contratos y que, al negarse, recibieron un trato agresivo por parte del equipo de estructura asistentes –esto es, la jefa de servicio y supervisoras presentes-, así como la expulsión de la sala de trabajo, insisten, dentro de su jornada laboral. Se sucedieron a partir de ahí contínuos episodios de discriminación laboral, que desembocaron meses más tarde en la incapacidad temporal de las empleadas para desempeñar su trabajo. Ante la denuncia, la empresa les ofrece, a cambio de retirar la misma, un cambio de departamento para evitar el trato con estas personas, pero ellas defienden que la solución va más allá de eso, pues no pueden consentir la discriminación laboral.". ¡Qué barbaridad! La gente hoy en día no soporta tensión alguna en los trabajos. Yo puedo hablar desde mi experiencia de 4 años trabajando como teleoperadora en el mismo servicio que estas chicas, Atención al Canal De Amena en Sevilla, que actualmente lleva Qualytel, y la cosa no está tan mal: Mis compañeros disfrutan de una jefa de servicio que, aunque no pasó ninguna prueba selectiva (bueno, sí, fue escogida a dedo), está perfectamente capacitada para su puesto. Ella tiene una titulación reglada basada en su graduado escolar, pero además una formación complementaria comprendida por un curso de modista y otro de carnicera. Su vocabulario es rico y gramaticalmente correcto. Cuando en alguna puntualísima ocasión se ha visto obligada a atender telefónicamente a un pobre distribuidor enfadado, ha hecho alarde de su popular "dequeísmo", que ha prestigiado enormemente a nuestro departamento. Por otra parte, su actitud en su horario de trabajo es impecable. Al tiempo que los teleoperadores atienden llamadas incesantemente, ella vigila que sus chaquetas no cuelguen del respaldar de sus asientos (pues da una sensación poco estética en la sala), mientras ingesta descomunales cantidades de golosinas. Cuida con esto la imagen de la empresa. Sí es cierto que todos desfogamos a diario nuestro malestar laboral en los pasillos por cobrar siempre menos que lo reflejado en el Convenio de Telemarketing; engaños sobre nuestros derechos y condiciones de contrato por parte de nuestros superiores; agresiones verbales a compañeros; ausencias de 4 y 5 horas de los responsables del servicio, que veíamos desde la ventana riendo y tomando café en un bar; despidos declarados posteriormente improcedentes; e incluso a veces algunos compañeros han acabado llorando ante la impotencia del trato vejatorio, etc. Reconozco que todos tratamos de acabar nuestras carreras universitarias o aprobar oposiciones para salir de allí diciendo las 4 verdades (y algunos lo hemos conseguido), pero es lo típico, de ahí a contar ante un juez lo mismo que decimos en los pasillos... Yo creo que el trabajo está muy mal y las viviendas carísimas, por lo que tenemos que cuidar nuestro puesto de trabajo, aunque desempeñemos labores que no sean propias de nuestro contrato, aunque cobremos siempre menos de lo reflejado en Convenio, y aunque se nos falte el respeto como personas. Además ¡Qualytel va a realizar contratos indefinidos a algunos de sus empleados en breve! Creo que la Junta de Andalucía incentivará a aquellas empresas que hagan indefinidos a un número de sus empleados, a excepción de aquellas empresas condenadas o sancionadas por faltas de discriminación laboral. ¡A ver si por esta tonteria al final no van a recibir los incentivos!